martes, 19 de noviembre de 2013

"Domiciano, Dominus et Deus" de Lindsey Davis, el que no fue TAN malo...

Decíamos ayer...

Nos encontramos ante una nueva novela "romana" de Lindsey Davis, pero esta vez no se trata de una de las pertenecientes a la serie de Marco Didio Falco o la iniciada hace poco con su hija. Esta vez se trata de contarnos la vida del emperador Domiciano, hijo de Vespasiano, desde el momento en que accede al cargo hasta su muerte (o más bien asesinato). A la vez se nos cuenta la historia de gente que le rodeaba, tanto personas que existieron como personas que no lo hicieron: peluqueras, su esposa, pretorianos... Básicamente, se trata, o pretende ser, un retrato de una época.

Domiciano no era un buen tipo, dejémoslo claro. Paranoico, obsesivo, hipocondríaco, supersticioso, sospechaba de todo y de todos, y a veces incluso tenía motivos para hacerlo. Se llevó por delante a mucha gente, pero, como la misma autora señala, no se cargó a más que otros emperadores de buena fama como su buen padre Vespasiano o el mismo Tito, su adorado hermano. En parte, esta novela, aunque nos retrata a un Domiciano poco agradable, pretende lavar un poco su leyenda negra, o tal vez decirnos que los buenos no eran tan buenos.

Bien ambientada, con detalles que hacen que los personajes sean muy cercanos, ya que son muy poco ceremoniosos, asistimos a juegos, ritos, ejecuciones, batallas... en una novela, eso sí debo decirlo, tal vez demasiado larga, que adolece de un exceso de texto, aunque tampoco se hace aburrida en ningún momento, dada la ironía y el humor de la autora.

Los personajes principales, Vinio y Lucila, pretoriano y peluquera de la familia gobernante, recuerdan un tanto a los conocidos Falco y Helena Justina, tanto en caracteres como en sus diálogos  directos y llenos de pullas etc. Incluso su relación recuerda a ellos, por su compañerismo y amistad, más allá de la relación amorosa. Incluso, a modo de guiño, vemos que él es hijo del jefe de los vigiles de la serie Falco. Esto ha hecho que yo la haya leído con la sensación de estar leyendo casi una parte más de la serie, lo cual no sé si es bueno o malo para lectores no fans.

Yo diría que es interesante sobre todo, más allá de la historia en sí, por los detalles de la época. Yo he aprendido mucho sobre la vida diaria en aquella época, sobre todo la de los guardias pretorianos, o sobre estados jurídicos, derechos de las mujeres casadas o solteras, incluso viudas, además de escándalos de la época, como vestales que rompieron sus votos de castidad o personas conocidas que fueron ejecutadas por confabulaciones.

En definitiva, una lectura para tomársela con tranquilidad debido a su largura, pero que merece la pena por su humor y por las conclusiones que se pueden sacar de ella. Y es que, en el fondo, qué poco hemos cambiado.

miércoles, 30 de octubre de 2013

"Una lectora nada común" de Alan Bennett, creíble ficción...

Decíamos ayer....

Los perros de la reina de Inglaterra le hacen un favor enorme al entrar en la biblioteca móvil, obligándola a, aunque sea por educación, tomar prestado un libro... y ya que está, a leerlo. Allí conocerá también a Norman, pinche de su cocina y ávido lector.
Lo que no sabía la insigne reina era que se iba a enganchar. Tanto, que la lectura la apartará de su puntualidad, del horrible protocolo y del afecto de sus sirvientes, aunque le abrirá los ojos a cosas de las que nunca antes había sido consciente antes.

Esta novela, breve, brevísima, se lee en un suspiro y tiene la facultad de que nos gustaría creer que es cierto lo que en ella se cuenta (y de hecho, hubo momentos en los que yo me lo creí).
Hay momentos divertidos y curiosos, como ciertos episodios sobre el protocolo en los que la reina interroga al Primer Ministro sobre lecturas, o cuando saluda con una mano mientras va inmersa en su libro dentro de la carroza real. 
Plantea el autor que leer es peligroso, que una reina que piensa por sí misma es un riesgo, y es por ello que a sus asistentes no les gusta nada el asunto, por lo que llegan a esconderle libros o a alejarla de Norman, que es el que se los proporciona.
En definitiva, un libro sobre el amor a los libros y cómo nos cambian la perspectiva del mundo y de lo que nos rodea.
Y es divertido, además, hay un indudable humor (muy inglés) en él. No se puede negar el respeto hacia la familia real inglesa, aunque tampoco se la alaba hasta el asco, hay una cierta irreverencia en el tono muy de agradecer.
Un libro recomendable y diferente, en definitiva, para ver a la realeza, tan distante, desde una perspectiva distinta.

miércoles, 23 de octubre de 2013

"Crimen en la granja" de Minette Walters, no-crimen novelado...


Decíamos ayer...

No sé si calificar de novela esta historia o de hecho real novelado, porque en realidad no es una novela en la forma de narrar, aunque tampoco es un reportaje extenso en sí. Es una novela en cuanto a escenas, diálogos, etc, pero hay algo que nos recuerda que lo que ahí se cuenta no es algo inventado por la autora.

En este libro se nos cuenta la historia de una pareja que se conoce después de la Primera Guerra Mundial. Ella, una "solterona" depresiva y agobiante, él, un joven agradable y un tanto débil. Ella le presiona continuamente para casarse, por lo que él decide montar una granja, sin saber muy bien cómo se lleva un negocio así.
Al pasar los años, las discusiones se suceden, ya que ella insiste en la boda y él, que vive en la miseria, dice que no pueden casarse y vivir en esas condiciones. Ella no es muy consciente de la realidad, ya que parece vivir un idilio sin fin. Sin embargo, él, que no puede evitar sentirse halagado por ese amor obsesivo, no es capaz de terminar la relación de una vez por todas.
Años más tarde, todo termina en... ¿crimen?

Una historia ágil, breve y de lectura hiper rápida, que se lee en pocas horas, muy entretenida y que nos deja una sensación extraña, de cierto compañerismo con el protagonista masculino, ya que ella es realmente odiosa y él, dentro de su debilidad, un hombre amable y bueno.
Tiene ese regusto de las historias basadas en hechos reales, pero sin el morbo habitual, pues no se recrea en detalles desagradables que es habitual en otros libros semejantes. No es tanto un ensayo como una novelización, como he dicho antes.
Es una lectura rápida y agradable para unas horas, que no deja de dejar un poso un tanto triste al conocer el final.

domingo, 13 de octubre de 2013

"El perfume secreto del melocotón" de Joanne Harris, continuación innecesaria...


Decíamos ayer...
A mí solía gustarme esta autora. Creía que tenía cierta magia a la hora de escribir. Un "algo". De hecho, le dediqué una entrada por aquí diciendo que era una de mis autoras favoritas. Por desgracia, en este libro, innecesaria tercera parte de una serie iniciada con "Chocolat", me he encontrado que esa magia se ha terminado.
Y no es que ya no escriba bien o que los ambientes sean distintos, nada como volver al origen del crimen, como suele decirse, para intentar volver a tocar la campana del éxito, pero hay algo que estaba y ya no está, y es el encanto tanto en los personajes como en las situaciones.
En este caso, Vianne y sus hijas regresan a Lansquenet tras recibir una carta de una amiga ya difunta, sabedora de que hay alguien que la necesita. Allí verá que todo en el pueblo ha cambiado, pues allí se ha instalado un grupo de musulmanes con los que la convivencia es sumamente difícil, hasta el punto que parece avecinarse una especie de guerra.

Partiendo de una premisa que no tenía que ser necesariamente mala, la autora se queda a medio camino en su intención de abrir un debate (si es que es esa la intención, que no lo tengo tan claro), acerca del burka, o velo, sí o no, de si las mujeres lo usan libremente o lo hacen por obligación. Y también, por supuesto, el facilón asunto de la convivencia entre diferentes religiones y eso de aceptar al diferente.
Todo esto queda bastante deslavazado con una trama secundaria bastante alargada y desvaída, que no llega a interesar del todo. 
Además, los personajes secundarios y sus tramas quedan colgadas en todo momento, notándose que son un mero relleno, como la relación de Anouk, la hija de Vianne, con un vecino del pueblo, que es tocada de una forma tan marginal que no se sabe si es real siquiera.
Por no hablar de que deja las puertas abiertas para una posible continuación.

Por hablar de algo positivo, hablaré de la imagen que se da de las mujeres musulmanas, que seguro que sorprenderá a muchos, y que probablemente era uno de los objetivos de la autora. Y las ganas que dan de probar las muchas comidas que se nombran.
En definitiva, no deja de ser una novela entretenida, aunque tal vez demasiado alargada, que puede gustar a los seguidores de Vianne y su clan y a aquellos que tengan curiosidad por ver qué fue de aquel pequeño pueblo tantos años después.


jueves, 19 de septiembre de 2013

"Joyland" de Stephen King, relato eterno...

Decíamos ayer...
En otros tiempos fui una lectora asidua de las historias de Stephen King, pero no puedo decir que sea una fan por mucho que algunos de sus libros me gusten, como "El resplandor" o "Cementerio de animales".
En esta ocasión, nos encontramos con la historia de un verano contado desde la perspectiva de los años.  Un trabajo en un parque de atracciones, el primer desengaño amoroso, un fantasma en el tren del terror... Todas esas cosas que se supone que cambian la vida de una persona.

Sin embargo... no se nota que todo eso haya cambiado para nada la vida del protagonista, por mucho que insista en ello. Ni se le ve traumatizado por haber estado a punto de perder la vida, ni marcado por haber salvado varias vidas, si acaso dolido por haber perdido a una chica que le puso los cuernos.
Toda la historia da la sensación de ser un relato alargado innecesariamente, con la historia claramente dividida en dos partes: en la primera habla (con todo detalle, demasiado si me apuran) del trabajo en el parque, y en la segunda empieza a pasar algo al fin, un toque de misterio, que queda muy deslavazado, ya que en ningún momento hay sorpresas.

Por eso, no puedo decir que sea un libro recomendable en ningún aspecto (en ninguno, en serio). Es aburrido, se hace eterno al contar miles de detalles sin interés, la trama principal es totalmente predecible y tarda demasiado en arrancar, los personajes son tan tópicos a más no poder. Ni siquiera la historia del fantasma y el asesino múltiple está aprovechada, que ya es decir... Y encima, el hecho de estar escrita en primera persona lo hace todo todavía más aburrido e intrascendente, sin conseguir atrapar en ningún momento.

Si esperas un libro entretenido y lleno de tensión, busca otra cosa.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

"Amor perdurable" de Ian McEwan, tercero en discordia...

Decíamos ayer...
Reconozco que Ian McEwan me gusta. Es un autor que escribe bien, su sentido del humor es especial, ciertamente británico, algo negro, tal vez no del gusto de todo el mundo, y cada uno de sus libros es completamente diferente.
En esta ocasión, tenemos a una pareja feliz. Disfrutan de un picnic en el campo cuando son testigos de un accidente de globo. Al intentar ayudar a las víctimas, el protagonista conocerá a otro de los que también acude en su ayuda, que al instante sentirá una brutal fascinación por él que confundirá con el amor, llegando al acoso. La situación hará que toda su vida se desestabilice, llegando a crear un conflicto con su pareja, con la que parecía llevar una vida perfecta...

No puedo decir que se trate de mi McEwan perfecto (lo es "Expiación", sin lugar a dudas), y no lo es por varios motivos: por un lado, la reiteración de ciertas escenas, similares entre sí, como las del acoso del perturbado, y por otro, las escenas que yo llamaría "de relleno". Hay ciertos momentos, como cuando el protagonista acude a una granja de antiguos delincuentes para conseguir un arma con la que defenderse, que se alargan en exceso, a pesar de pretender ser humorísticos.
Sin embargo, no puedo negar que se trata de una novela muy bien escrita, aunque en algunos momentos se pueda hacer larga pese a su relativa brevedad (algo menos de 300 páginas), ya que lo que cuenta, con el añadido de la trama paralela, que parece no venir a cuento, de la viuda de la persona que falleció en el accidente de globo y cree que su marido la engañaba, parece no dar más de sí en ciertos momentos.
También la forma de resolver la historia es algo rápida, teniéndonos que enterar de cómo terminan los protagonistas por una especie de anexo o informe médico en el que el dato se te puede pasar por alto, pensando que se trata de algún tipo de información que el autor ha añadido para el que sienta curiosidad por el tema.

No puedo dejar de comentar que es interesante el fenómeno que trata, el síndrome que padece el coprotagonista de la novela, o tal vez el antagonista, el síndrome de Clèrambault, según el cual, cree que la otra persona está profundamente enamorada de él (en este caso el protagonista) y sin embargo pone todo tipo de impedimentos para estar juntos.

En todo caso, yo la recomiendo para aquellos que quieran leer algo bien escrito, para variar (aunque yo siempre recomendaré "Expiación" a quien quiera leer a McEwan, o incluso "Chesil Beach"), pero que se lo tomen con un poco de paciencia, porque además está escrita en primera persona, con la consabida parcialidad que eso puede dar a la hora de narrar una historia.

martes, 23 de julio de 2013

"El sentido de un final" de Julian Barnes, final sin sentido...


Decíamos ayer...
Hace como una semana que terminé este libro y todavía estoy rumiando si lo he comprendido o no.
Francamente, creo que el título de la novela es una broma del autor.
 
La novela nos narra los recuerdos (en ocasiones falsos), y en primera persona, del protagonista, empezando por su adolescencia y juventud, hasta la edad madura, y los sucesos que marcaron su vida. Sin embargo, su vida no deja de ser una vida anodina, plana, ¿sin sentido? Al parecer, lo más importante en ella sucedió años atrás, cuando conoció a Adrian, un joven brillante que reinó sobre su grupo de amigos y que, sin embargo, cuando parecía tener un gran futuro por delante, decidió suicidarse.
 
Sin querer entrar en detalles sobre la historia en sí, que tampoco da para mucho, pues se trata de una historia sencilla y breve y, sin embargo, alargada en exceso en monólogos sobre temas de lo más mundanos y absurdos (el protagonista es un hombre común y gris, sin nada especial, rodeado de gente común, algunos desagradables, o no tanto, porque el punto de vista del protagonista cambia de un momento a otro según le dé el aire o recuerde cosas de modo espontáneo), tengo la sensación de que este libro está sencillamente sobrevalorado. Ni las preguntas que te hace plantearte sobre los falsos recuerdos ni sobre la mitificación de ciertas personas del pasado justifican algo tan incompleto, al menos para mí.
De acuerdo en que está bien redactado, se lee con rapidez, sobre todo al ser breve, pero ya he dicho que la historia no daba más de sí. Por no hablar de que hay varias cosas sin explicar, o que yo no he entendido, porque quizás soy como el protagonista: "que nunca entiendo ni entenderé nada".
En todo caso yo lo recomiendo para gente que sea de talante más reflexivo que el mío.
Nota: si alguien lo lee y comprende el motivo del suicidio de Adrian, que me lo explique, por favor...
 

domingo, 7 de julio de 2013

"El secreto de sus ojos" de Eduardo Sacheri, no es lo mismo pero me da igual...


Decíamos ayer...
Lo reconozco. He jugado al juego de las diferencias con este libro, algo que se suele hacer cuando ves primero la película y te encanta, y luego lees el libro, o viceversa. Y hay diferencias. La historia es la misma, pero las cosas no las hace la misma persona, por ejemplo. O "la chica", Irene, que en el libro apenas sale. Pero da igual, porque si la película me encanta, el libro, siendo como es diferente, también me ha gustado mucho.
 
La novela narra, quizás algunos lo sepáis, la historia de un asesinato... o quizás no, mejor digamos cómo cambió la vida de los personajes este asesinato: la de los que lo investigaron, la del marido, la del asesino, la de los que lo encubrieron... la de varias venganzas. Así que quizás es un retrato de la humanidad en sí misma.
El protagonista, empleado de los juzgados, ya jubilado, sin saber qué hacer con el resto de su vida, decide que es hora de contar esa historia, alternando pasado y presente.
Como marco, la dictadura Argentina, la vida en los juzgados... un marco interesante y bastante desconocido para mí y que el autor conoce bien, ya que trabajó en ello.
 
Sin duda, una novela efectiva, que se devora prácticamente, además muy breve. Gustará a los que apreciaron la película, pese a las diferencias ya citadas y que no nombraré, ya que tienen que ver con la trama. Para los que no la hayan visto, una novela a descubrir, sin duda, porque es entretenida, por momentos divertida y amarga.
Tal vez cueste a veces comprender alguna palabra en "argentino", pero se entiende por el contexto, por lo demás, una lectura ágil y enganchante como pocas.
Por poner una pega, una muyyy pequeñita, decir que la historia de amor me ha parecido un mero relleno que no dice nada y que podría ser prescindible, aunque da el punto "esperanza" a un protagonista descreído y de vuelta de todo a esas alturas de su vida.

miércoles, 5 de junio de 2013

"Despiértame para verte morir" de Miguel Aguerralde, perdiendo el juicio...


Decíamos ayer...
Ya en el prefacio de la novela el autor nos dice que se crió viendo películas de juicios, abogados y semejantes. Se nota. Leer esta novela es como ver una película de esas de sobremesa llena de sustos, quizá esperados pero no por ello menos bien resueltos, tensión creciente y final "sorpresa".
 
Nos cuenta la historia de Marcus Crane, fiscal estrella, traumatizado por un caso terrible que podría haberle encumbrado y que sin embargo le hundió en la miseria y le hizo perderlo todo: familia, amigos y paz mental.
Dos años después, es incapaz de pasar página. De pronto, el asesino que encerró y que creía muerto parece volver del más allá para cumplir la venganza que juró antes de morir frito en la silla eléctrica.
 
Sin ser una novela precisamente original en cuanto a temática, tratamiento o estilo, no puedo negar que se lee de un modo agradable, pues es entretenida y breve. Además, está correctamente escrita, lo cual es bueno y la diferencia de otras de su género. Las escenas violentas están bien resueltas, con su punto justo de gore, sin llegar a resultar desagradables. No llega a ser una novela de terror, en todo caso, sino un thriller de misterio con asesino psicópata.
Si hay algo que puede echar atrás a los lectores es que está escrita en primera persona, algo que normalmente me irrita, junto con cierta sensación de repetición en algunas escenas, aunque es cierto que al ser ciertamente breve, este efecto se diluye.
 
Un comentario especial para el final "sorpresa" y es que abre la posibilidad de diferentes interpretaciones. De hecho, otra persona y yo llegamos a dos diferentes conclusiones tras leerlo, y ambas pueden ser válidas. Como no quiero desvelar tal final, simplemente quiero destacar que el final es algo apresurado, haciendo que el buen sabor de boca quede diluido por la incertidumbre. Quizás era lo que quería el autor, quién sabe.


En todo caso, una novela que gustará a quienes busquen una lectura entretenida y para los amantes de los telefilmes americanos de sobremesa, esos de misterios, abogados y presos en busca de venganza.

miércoles, 22 de mayo de 2013

"Dos tumbas" de Douglas Preston y Lincoln Child, adiós Aloysius...

Decíamos ayer...
He tenido que dejar pasar un día entero para no escribir esta reseña en pleno cabreo y no decir cosas terribles sobre este libro y sobre los autores. Y no es que, en mi opinión, no se las merezcan, pero teniendo en cuenta que es el último libro suyo que voy a leer de una larga serie, supongo que terminar como si fuéramos un matrimonio amargado sería algo ridículo, sobre todo porque ellos nunca se van a enterar.
Yendo al grano, los que han seguido las andanzas del agente Pendergast, no necesitarán presentación: este hombre casi sobrehumano sigue la investigación de la no-muerte de su "santa" esposa (que al final no es más que una excusa, porque resulta que ella no pinta nada en la novela, y todo gira en torno de los nuevos nazis y sus planes eugenésicos). Con su muerte, el pobre hombre se sume en una depre de caballo, rozando las ganas de matarse. Aunque algo le sacará de su pasmo. ¿Qué? Un asesino maquiavélico que mata dejándole mensajitos personales.
 
Una novela de casi 500 páginas puede dar para mucho, sobre todo cuando las tramas que la conforman no son más que relleno. En esta en concreto: la trama de la esposa, la de los asesinatos, dos tramas con otros tantos secundarios... Por otra parte, las escenas se alargan y alargan hasta la agonía sin que luego lleven a ningún lugar (personajes que ocupan 100 páginas y no sirven para nada, como los soldados brasileños).
Eso sí, no se puede decir que sea aburrida, si llamas entretenido a un libro en el que pasan cosas sin parar y sin ton ni son, y además son bastante predecibles (ese final, por favor, por no hablar del cantazo a obras como "Los niños de Brasil" de Ira Levin).
 
No puedo irme sin dedicar un cariñoso saludo al traductor por frases tan memorables como:
- "Muchos de los habitantes del pueblo se pararon a mirarlo fijamente. Algunos se quedaban boquiabiertos de sorpresa, mientras que otros lo observaban con una indudable hostilidad, ya que Pendergast, alias doctor Percival Fawcett, cantaba como una almeja. Lo cual era precisamente su intención".
- "Se notaba que era la primera vez que se veían en aquella situación. Uno de ellos, que parecía el que mandaba, se acercó y pasó al inglés, que hablaba estupendamente".
 
Pues eso, que si ya los anteriores me parecieron para olvidar, con este declaro que he perdido la fe en el anteriormente infalible agente. Adiós Aloysius.
 


lunes, 6 de mayo de 2013

"El despertar de la señorita Prim" de Natalia Sanmartin Fenollera, edulcorado adoctrinamiento...


Decíamos ayer...
Esta novela nos narra la típica historia de una mujer decidida que cree saberlo todo y llega a un lugar maravilloso que le hará replantearse todo lo que creía saber. ¿Será que no lo tenía tan claro?
 
He visto por ahí que esta novela tiene varias lecturas. Quizás sí, lo que yo creo es que existen dos formas de leerla: la lectura "superficial, es una novela de pueblitos bonitos más", o la lectura "manual de adoctrinamiento". Me explico:
 
A) Lectura superficial: viene a ser que se trata de una novela con aura romántica, donde la protagonista llega a un hermoso pueblo lleno de gente encantadora, se enamora de su jefe, de los niños, descubre que ser independiente no es tan maravilloso, aprende cosas sobre sí misma, la literatura y la vida en general (y el placer de las cosas pequeñas)... Y, sin querer desvelar el final, auguramos que todo terminará medianamente bien. Incluso esbozaríamos sonrisitas aquí y acullá ante las peregrinas ocurrencias de los habitantes del pueblo o los sapientes niños, que recitan el latín como nosotros la tabla del 1. ¡Qué maravilla de libro, es todo tan hermoso!
 
B) Manual de adoctrinamiento: desde el principio nos damos cuenta de que la protagonista, que la autora trata de vendernos como alguien independiente y decidida, no lo es en absoluto, pues no tiene argumentos ante el mínimo enfrentamiento y se rinde ante cualquiera que le muestre la puntita de algún nuevo descubrimiento. Por no hablar sobre las ideas que se dan aquí sobre el matrimonio (estado ideal para la mujer, siempre y cuando sea con alguien superior), la educación (algo totalmente elitista, la única "tonta" del pueblo es la maestra, pues los niños los educan los padres), las cosas modernas (no existen, al parecer todo lo moderno es terrible)...
 
Yo empecé leyendo A y de pronto me encontré con B, aunque no me lo creía, pensé que tenía que ser una broma, en serio. Que hoy día, alguien nos presentara tales valores como algo bueno me parecía insultante. Francamente, esto es lo más carca que he leído en mucho tiempo.
 
Y lo triste es que está francamente bien escrito. Lo malo es que no hay historia, no pasa nada y toda la novela parece un instrumento para vendernos un manual de autoayuda donde la autora expresa unas ideas sacadas de un libro de señoritas de la época de nuestras bisabuelas (cómo sentarse adecuadamente incluido).
Lamento decir esto pero, cuánto talento desaprovechado.
 
 
 

viernes, 12 de abril de 2013

"Reckless II, sombras vivas" de Cornelia Funke, la vida tenía un precio...


Decíamos ayer...
En la continuación de "Carne de piedra", nos encontramos a Jacob Reckless pagando las consecuencias por haber logrado salvar a su hermano. Se muere. Como buen cazador de tesosos mágicos, busca en el mundo del espejo aquello que pueda salvarle, pero solo hay una cosa que, al parecer, lo conseguirá. Con la ayuda de Zorro, partirá en su busca, sin saber que hay alguien más que también busca el mismo objeto.
 
En esta segunda parte de la serie Reckless nos encontramos con un sustancial cambio de tono. Casi podría decirse que se puede leer de forma independiente, porque los acontecimientos de la primera entrega apenas se nombran de pasada, para ponernos en situación. También los únicos personajes en común son Jacob y Zorro, ya que los demás salen en pocas escenas o apenas son nombrados (a la espera del retorno en la tercera entrega, supongo).
 
Lo que me ha sorprendido de esta novela ha sido el sustancial giro hacia el romance. Si bien ya se apreciaba en la primera parte que Zorro sentía algo por Jacob, aquí ambos personajes luchan contra sus sentimientos casi tanto o más que contra la muerte.
 
Destacaría, una vez más, la ambientación y la utilización de las leyendas y cuentos de los hermanos Grimm como trasfondo de la historia, algo que apreciamos los amantes de los cuentos antiguos, siempre con giros nuevos y espectaculares, como en el caso del castillo la Bella Durmiente o Barbazul.
 
Decir nuevamente que no es un libro especialmente infantil, por mucho que se encuentre en tal sección. Yo no lo recomendaría a niños muy pequeños. De hecho, creo que los adultos lo disfrutarán más, sobre todo si les gusta un mundo lleno de fantasía, como los de los cuentos antiguos, pero a la vez diferente.


viernes, 5 de abril de 2013

"Tuck para siempre" de Natalie Babbitt, ¿quién quiere vivir para siempre?


Decíamos ayer...
Esta es una novela que califican como juvenil e incluso para niños, aunque realmente yo creo que los adultos la disfrutamos mucho más, porque entendemos todas las implicaciones de lo que la autora quiere decir, cosa que los niños dudo que lleguen a captar del todo.
Nos narra la historia de una niña que cierto día se topa con una familia encantadora que tiene un secreto: son inmortales a causa del agua de un manantial. Alguien descubre su secreto y deberán impedir que sea un secreto a voces, porque los Tuck, los miembros de esta familia, saben que la inmortalidad es un don que no es tan maravilloso como parece. La niña, una vez conocido el secreto deberá enfrentarse a un dilema: tomar el agua al crecer y unirse a ellos (en particular al guapo Jesse) o vivir una vida normal... y mortal.
 
Escrita en un estilo aparentemente sencillo, se trata de una novela llena de toques insospechados de humor y hasta cierto punto onírica. Brevísima, se lee en un suspiro, y es de esas que puedes decir que lamentas que se haya terminado, sobre todo al llegar al final (un final que, si estuviera escrita hoy día, no sería así, seguramente).
Quizás es una historia que parece demasiado sencilla, pero esconde muchas lecturas tras de sí. Y, como he dicho antes, estoy convencida de que hoy día no hubiera sido escrita de la misma manera (se escribió en los 70 del siglo pasado), lo que me ha hecho reflexionar sobre lo mucho que ha cambiado la literatura juvenil, o la literatura en general.
 
Puedo decir que es de esos libros que, a pesar de haber esperado años para tenerlos entre mis manos, no me ha decepcionado en absoluto.
 
 

sábado, 16 de marzo de 2013

"Carlos, Paula y compañía" de Fernando Alcalá, romance descafeinado

Decíamos ayer...
Yo no soy una lectora habitual de romántica. Lo fui en otros tiempos, pero lo dejé por saturación. Para que me decidiera a leer una novela romántica, tenía que tener algo que me llamara la atención, y esta novela lo tenía: está escrita por un hombre y quedó finalista del premio Harlequín de novela romántica este año.
Poco se puede decir del argumento, ya que si algo tiene esta novela es que cumple con todos los preceptos que debe cumplir una romántica "canónica": chico conoce chica, se enamoran (sin saber muy bien cómo), tienen una relación que se rompe por motivos que no quiero desvelar por si alguien quiere leerla, llega el momento de la reconquista y el final feliz.
Nada nuevo en el horizonte, en definitiva. Si acaso la diferencia es que la historia esté contada desde la perspectiva del hombre y en primera persona.
 
Y aquí viene el primer pero que debo ponerle a la novela: la primera persona. Si bien hace las historias cercanas para algunas personas, a otras, entre las que me incluyo, llega a cansarles, sobre todo cuando el protagonista tiene un punto de histrionismo como Carlos, que lo cuenta todo como si fuera el apocalipsis o el paraíso. Para él nada tiene término medio.
Los demás personajes, en particular los amigos, son simpáticos y hacen bien su papel de paños de lágrimas y cómplices de sus alocados planes. En cuanto a la protagonista femenina, me he quedado con la sensación de que apenas sé nada de ella, en particular qué le ve a Carlos, ya que apenas asistimos a conversaciones entre ellos.
 
Sin embargo, debo decir que está más que bien redactada y es entretenida, con varios episodios divertidos, sobre todo al principio, que me han recordado a películas románticas o series como "Cómo conocí a vuestra madre", tanto en personajes como en situaciones, e incluso los títulos de los capítulos me han recordado a los de "Friends" (aunque igual es cosa mía). De hecho, creo que no decepcionará a las lectoras de romántica, ya que cumple todos los requisitos imprescindibles de estas novelas e historias.
En definitiva, una novela fresca para unas tardes que busquen una historia sin complicaciones y sin muchas vueltas.

domingo, 10 de febrero de 2013

"El guardián invisible" de Dolores Redondo, pastelito de magia y muerte

Decíamos ayer...
Esta novela es una historia terrible en más de un aspecto. Por un lado nos cuenta unos crímenes terribles y por otro una historia familiar, la de la protagonista, jefa de la investigación de tales crímenes, casi más terrible que los asesinatos.
El argumento no varía de otras tantas novelas de género negro: cadáveres que aparecen, investigación que comienza, investigación que lleva a la protagonista a enfrentarse a sus propios miedos.
Algo que me ha chocado en esta novela es que a veces casi parece olvidarse la autora de que se trata de una novela de misterio, ya que se centra durante un buen rato en la historia de la inspectora, que quizás sea interesante ya que se trata de la primera parte de una trilogía y nos abre claves para las siguientes entregas, pero se olvida del "caso".
En todo caso, no se puede negar que toda la parte de la investigación está bien llevada, críticas a polis televisivos incluídas, explica los procedimientos habituales en casos de asesinato y habla de la colaboración entre cuerpos policiales. También critica el machismo imperante, algo habitual en este tipo de novelas cuando la protagonista es mujer y está al mando. Los protagonistas, pese a ser algo arquetípicos (el joven ayudante sabelotodo, el compañero celoso que cree que debería ser él el jefe porque tiene más experiencia, etc) están bien dibujados y no desentonan. Creo que la parte policial es la mejor de la novela, o al menos es la que más me ha gustado, por su agilidad, a pesar de no ser del todo original.
La parte que menos me ha gustado es la parte en la que se centra en la vida familiar de la protagonista, quizás por extrema. Ciertos comentarios acerca de que una mujer no está completa si no tiene hijos en boca de varios personajes me parecen ciertamente trasnochados hoy día. La historia familiar es casi demasiado tremenda para resultar creíble.
 
En definitiva, es difícil mezclar thriller, magia, tradición, traumas personales y dramas familiares y mantener el equilibrio de todo ello. Yo creo que no sale del todo mal parada, gracias a que lo narra desde una perspectiva fría y distante.
Es una novela recomendable si no esperas una novela de detectives al uso, con buenas descripciones de paisajes idílicos y apariciones estelares de seres mitólogicos y diosas.
 


jueves, 24 de enero de 2013

"La elegancia del erizo" de Muriel Barbery, pretencioso disfraz

Decíamos ayer...

Esta novela pretende ser una deliciosa fábula de lo que esconden las apariencias, a la vez que una crítica de la sociedad contemporánea francesa, a cuya clase burguesa no deja precisamente bien.
A estas alturas mucha gente conocerá ya o bien el libro o la película, que narra la historia por un lado de una portera al parecer fea e ignorante que sin embargo es culta y amante del arte y el cine, y de una de las inquilinas del edificio que guarda, una niña de apenas 12 años, un tanto repelente, superdotada y amarga, y a la vez tímida. La llegada de un tercero en discordia, por así decirlo, unirá a estas almas gemelas, que parecían destinadas a no encontrarse jamás a pesar de vivir a escasos metros de distancia.
 
De acuerdo, la premisa de que las apariencias engañan es bonita a priori, pero la novela se hace algo cansina en filosofías si no son lo tuyo, y la verdad es que los personajes filosofan una barbaridad. Mirándola con frialdad, la historia en sí, los hechos, no son gran cosa y pasa bien poco, y el libro solo destaca por ser un ejercicio de estilo diferente, en el que se alternan dos narradoras en primera persona, la niña y la portera, cada cual con sus filosofías, sus narraciones de lo que les sucede a diario y poco más. Para cuando pasa algo de verdad, ha pasado bastante más de la mitad del libro y se tiene la sensación de que se ha entendido poco o nada de los pensamientos de las protagonistas (la filosofía no es lo mío, quizás) y solo esperamos que la historia en sí avance algo.
En definitiva, para mí la novela adolece de un exceso de pretenciosidad que la lastra y que logra que el final no conmueva lo suficiente.
En todo caso, no se puede negar que, a pesar de que es un libro difícil, está bien escrito y está plagado de un delicioso sentido del humor muy francés que para mí es lo mejor de la función. 

miércoles, 16 de enero de 2013

"Culpa" de Ferdinand von Schirach, amarga justicia

Decíamos ayer...
Pocas veces una prosa tan seca, quirúrgica, me ha hecho disfrutar tanto como los relatos de este abogado alemán, que ya me sorprendió con su anterior antología, llamada "Crímenes".
Basados también en sus propios casos, la única diferencia entre estos y los anteriores, podría ser una menor cantidad de relatos positivos. Aquí hay más dolor, más finales terribles y menos sentido del humor con diferencia. Además, están narrados con tanta frialdad, sin florituras, sin lenguaje accesorio, que los hace más terribles si cabe. Eso sí, acaba con una nota final de humor, como para dejarnos con una sonrisa y un buen sabor de boca que borre el amargo poso restante que, no debemos olvidar, está basado en el trabajo diario del autor como abogado.
 
Crímenes en lugares idílicos, crímenes que no llegaron a serlo por poco, suicidios que llegaron cuando todo parecía ir bien, asesinos casuales o no tanto, monstruos cotidianos y niñas inocentes o no tanto forman parte de esta antología recomendable para gente que no busque cataplasmas ni frases bonitas, sino un lenguaje eficiente y que cuente con frases cortas una realidad que tenemos ante nuestros ojos y que no la vemos hasta que nos toca.


lunes, 14 de enero de 2013

"Una vacante imprevista" de JK Rowling, drama microscópico

Decíamos ayer...
Se equivoca la editorial al intentar vender la primera incursión de la madre de Harry Potter en la novela para adultos como una historia humorística o de intriga, porque ambas brillan por su ausencia. Ante todo, es un retrato sucio y realista de un pequeño pueblo inglés y de las relaciones entre sus vecinos, de sus pequeñas miserias hogareñas, contadas con tanto detalle que algunos llegan a estomagar.
Evidentemente, no es una novela para impacientes ni para aquellos que busquen un mero entretenimiento, ya que se puede llegar a hacer larga, no solo por su extensión, sino porque realmente "no pasa nada", es decir, no hay una trama concreta -ni misterio, ni asesinatos, ni nada parecido- más allá de las pequeñas rencillas entre vecinos, compañeros de clase o dentro de cada hogar o microcosmos, pues aquí cada personaje vive su propio drama, a cual más terrible: violencia de género, violaciones, drogodependencia, muerte, bullying... Alegría a raudales, como se puede ver.
No es una historia facil ni en cuanto a temas ni en cuanto a personajes, ya que al principio llega a ser difícil el seguimiento por la enorme cantidad y cierta similitud entre ellos, sin embargo, creo que merece la pena atreverse a descubrir una novela fresca en cuanto a estilo o al menos en su forma valiente de tocar ciertos temas, criticando abiertamente un sistema en crisis o la hipocresía de una población que dice preocuparse de sus semejantes siempre y cuando no le rocen.
Volviendo al principio, espero que el hecho de vender esta historia bajo "falsas premisas" no haga perder a la autora unos lectores que se perderían una novela que está entre lo mejor que he leído en mucho tiempo con diferencia.
Aunque solo sea por su valentía ante semejante cambio de tercio, chapó por ella.