miércoles, 29 de junio de 2011

"Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven" de Albert Espinosa, o por qué soy como soy...

Decíamos ayer...
Todos somos como somos por algo, eso está claro. Pero Dani, el protagonista de esta novela, tiene la suerte de saber por qué, o más bien por quién, es como es.
La influencia de las personas que tuvo y perdió en su vida le han hecho como es, buscador de niños perdidos, incapaz de encontrarse a sí mismo, ex-enano, pero siempre un enano en su interior.
Tuvo la suerte de que dos hombres en su infancia le abrieron los ojos, aunque luego olvidó sus enseñanzas. Una tercera persona con tres certeras preguntas volverá a abrírselos.

Nuevamente sorprendente, Albert Espinosa ataca con una novela más redonda que la anterior, y más comprensible, quizás. Una más "para todos los públicos", pero con más moraleja.
La verdad es que me la he leído en una sola tarde de calor sofocante, porque no podía dejarla, y también porque la manera de dejar los relatos de las personas que influyeron en la vida del protagonista a la mitad hacen que tengas que seguir leyendo para saber qué pasó, lo que hace que te enganches con la historia de la siguiente persona que le influyó... iniciando un círculo mortal y placentero.
Como siempre, el hilvane de música, cine y vida son magistrales, porque ¿a quién no le han influído esas míticas películas? ("Horizontes de grandeza" a mí me encanta... Gregory Peck aprendiendo a montar a caballo en secreto es impagable, y todo por el orgullo de una que ni lo merece... y esa banda sonora...).
Inciso cinematográfico aparte, recomiendo esta novela para pasar una tarde, o varias, de lectura tranquila y final feliz, que también lo hay... porque no todo van a ser amarguras, y un final bonito y dulzón de vez en cuando no le hace daño a nadie, ¿no?

domingo, 26 de junio de 2011

"El castillo de cristal" de Jeannette Wallls, castillo con cimientos de barro


Decíamos ayer...
Suele ocurrir con los libros de memorias que nos suelen parecer excesivamente edulcoradas, pintadas de un halo rosado e irreal. O todo lo contrario, tremebundas, e igualmente irreales.
Yo desconozco si estas memorias estan idealizadas o no.
En todo caso, lo que me sorprende es que la autora y sus hermanos no llegaran a odiar a sus padres y que la familia llegara unida (más o menos) hasta el final. Yo, seguramente, no habría podido perdonar ciertas cosas. El hambre, las casas ruinosas, ir vestidos con harapos, la irresponsabilidad...
Los que, como yo, hayan leído antes "Caballos salvajes", que cuenta la la historia de la abuela materna de la autora, encontrará increíble que una hija así haya salido de la valiente Lily.
Irresponsable, infantil, quizás con algún tipo de trastorno mental (esa impresión me ha dado a mí), esta madre es incapaz de alimentar a sus hijos (cuando hay comida se la come ella a escondidas, los niños buscan comida en contenedores en el colegio), de meter en vereda (ni lo intenta) a un marido alcohólico y soñador.
Afortunadamente, los hijos supieron buscarse la vida solos y sobrevivieron con las cabezas bien armadas. Aunque quién sabe qué bagajes arrastrarán como consecuencias de esa vida errante y llena de necesidades.
Lo peor de todo es que era porque los padres no querían pasar por el aro (la madre tenía tierras y joyas que se negaba a vender)... se consideraban espíritus libres... no pensaban que era más importante comer que sus ansias de libertad.
Bien escrita, llena de momentos de una realidad aplastante que sorprende por su falta de autoconmiseración (que se agradece), se echa de menos saber en qué epoca se está en cada momento ( aunque igual es un detalle que me importa sólo a mí).
Estoy deseando saber qué otras historias tiene esta maravillosa autora aparte de su prodigiosa historia familiar, aunque, todo hay que decirlo, con la historia personal que tiene, hay que comprender que necesite desahogarse.

miércoles, 22 de junio de 2011

Problemillas con blogger


Dejadme este espacio para un pequeño y absurdo berrinche.
Llevo como una hora intentado responder al comentario de Isi sobre "Caballos salvajes" y Blogger no me deja acceder a mi propio Blog.
Lo peor es que no es la primera ver que pasa, y ya estoy hasta los mismísimos. Además me cambia la plantilla constántemente!!! Mi blog es una caja de sorpresas hasta para mí.
¿A vosotros os parece que la imagen está centrada? Según Blogger, lo está, jajaja (risa histérica).






martes, 21 de junio de 2011

"Caballos salvajes" de Jeannette Walls, historia de una mujer indomable

Decíamos ayer...
Iba a leer "El castillo de cristal" cuando me enteré de que existía esta precuela que narraba la historia de la abuela de la autora, y me dije: las cosas desde el principio. Y no me he arrepentido.
Porque Lily Casey, la protagonista de esta biografía novelada es una de las mujeres más apasionantes de las que he podido toparme jamás. Más de lo que cualquier personaje de ficción pueda serlo jamás.
Criada en una cabaña excavada en la tierra desértica de Texas hasta los doce años, tuvo que encargarse casi ella sola del rancho y de sus hermanos, porque su madre era una dama que no trabajaba y su padre tenía un defecto del habla y era incapaz de comunicarse con los demás. Acosados por riadas y tornados, abandonaron su casa para instalarse en otra casa construida con los restos de otra. Hasta que los echó otro tornado.
A los quince años se convirtió en maestra (sin diploma) y se marchó sola a un pueblecito que estaba a 28 días de distancia a caballo.
Así empieza un periplo de traslados, nuevos proyectos (aprender a conducir, a volar, las carreras de caballos).
Conocerá la ruina, un marido bígamo, una hermana caída en desgracia, un matrimonio amable y lleno de compañerirmo, dos hijos a los que criará lo  mejor que pueda...
En definitiva, una historia maravillosamente bien escrita y ambientada, con personajes apasionantes y episodios fascinantes.
A veces casi me ha parecido ver a Lily ahí mismo, soltando sus perlas a algún niño díscolo o a algún tipo que trata de sobrepasarse. Además, no hace falta imaginársela, porque la autora ilustra cada parte de la historia con una fotografía de la familia del período al que corresponde la historia.

domingo, 19 de junio de 2011

"Los días del arcoíris" de Antonio Skármeta, esperanza a ritmo de vals

Decíamos ayer...
Cuando tienes entre las manos una novela ganadora de un premio y que además toca un tema tan peliagudo como el fin de la dictadura de Pinochet en Chile, siempre esperas algo grande, algo que te mueva por dentro, sobre todo si está escrito por alguien importante, como Antonio Skármeta, autor de "El baile de la victoria", entre otras novelas.
Pero, en este caso, a mi parecer, nos encontramos ante una historia coja, falta de argumento quizás (lo que es una lástima, ya que había de donde tirar).
Basada en el hecho real del plebiscito en el que Pinochet se jugó su mandato contra una campaña publicitaria a favor de la democracia de sólo 15 minutos de duración, y encima perdió, cuando lo tenía todo a su favor, Skármeta pierde la oportunidad de involucrar al lector en los aspectos más oscuros del fin de la dictadura chilena y se ciñe a anécdotas, como la del vals del no y a la relación del publicista con el ex-ministro de defensa (sus conversaciones son de lo mejor de la novela).

Yo no creo que haya que ahondar en el drama ni en la sangre (algo de lo que pecan muchas historias similares), ni en el sentimentalismo (aunque algo de eso sí que hay), pero hubiera sido la oportunidad de que supiéramos qué ocurrió en realidad en aquellos días, aunque está muy bien centrarse en el espíritu de esperanza que el vals indujo a la población en general.
En definitiva, una novela que no apasiona, pero que tampoco aburre, con un final hermoso y con unos personajes reales y creíbles, aunque algunos son un tanto descafeinados.
Filosofía, música, un vals de Strauss con una letra peculiar, ansias de libertad y sobre todo amor, mucho amor.

jueves, 9 de junio de 2011

"Solar" de Ian McEwan, física elemental

Decíamos ayer...
Esta es una novela en la que la física es muy importante. Y no sólo porque el protagonista sea un físico famoso, ganador del premio Nobel nada menos. Es que se habla tanto de física como de amor o de cualquier otra cosa. De hecho, a veces se hace pesado por eso mismo. Y eso que yo sé algo de eso, que para algo trabajo de Técnico Especialista en Radiología y la física es la base de nuestro trabajo diario.
Básicamente, "Solar" es algo así como la biografía de este tipo, Michael Beard, un físico que tuvo un golpe de genialidad en su juventud y que ha vivido de rentas desde entonces. Porque la verdad es que no ha vuelto a hacer nada señalable, aunque él sabe sacar buen provecho de su fama y vive bastante bien.
Por otro lado, su vida personal es un desastre. Infiel patológico, su mundo se viene abajo cuando descubre que su quinta mujer le engaña con otro y descubre que su mundo, que parecía perfecto, quizás no lo es tanto y que él no es tan maravilloso como creía.
Sin embargo, este comienzo aciago será el inicio de una insospechada nueva oportunidad en su vida... quien sabe, quizás él será el destinado a salvar el mundo...

He leído calificar esta novela de humorística, pero a mí no me lo parece en absoluto, por más paródicos que sean algunos episodios (algunos graciosos de verdad, como el pis en el polo norte), quizás porque el personaje me parece de lo más amargo que he visto en mi vida.
Michael Beard simplemente es lo peor que he leído en mucho tiempo. Es que no tiene nada bueno, que ya es mucho decir. Infiel, físicamente repulsivo, egoísta, capaz de aprovecharse de los logros de los demás sin miramientos, capaz de inculpar a alguien de un asesinato que no es un asesinato... 
Si una de las leyes elementales de la física dice que los opuestos se atraen, esta es la excepción a la regla, pues este personaje ha conseguido que no disfrute plenamente de una novela por otra parte bien construída y, como siempre en McEwan, magníficamente escrita y plagada de ironía y crítica a todo lo tipical english.

miércoles, 1 de junio de 2011

"Reckless I, carne de piedra" de Cornelia Funke, los cuentos de hadas no son como nos los contaron

Decíamos ayer...
Que los cuentos de hadas son oscuros, muy oscuros, es algo que sabemos de sobra los amantes de los cuentos de los hermanos Grimm o Andersen. Los que conocen solamente las versiones Disney pueden abstenerse de leer los libros de Cornelia Funke o pueden flipar.
Porque aquí las hadas no son dulces ancianitas que nos ayudan, las brujas se comían a los niños de verdad, la Bella Durmiente quizás no despertó, Blancanieves quizás tuvo algo más que palabras con uno de los enanitos...
En fin, que aquí nos hablan del otro lado del espejo (literalmente), del lado oscuro de los cuentos de hadas, ese mundo que en este libro existe realmente, pero que no es tan bonito ni tan pacífico como nos lo cuentan en los libros.
Jacob Reckless (que significa imprudente, un apellido que le viene al pelo) descubre la existencia de este mundo "maravilloso" con la desaparición de su padre, al encontrar un extraño espejo en su despacho, un espejo que le llevará a ese otro mundo que le absorberá, alejándole de su vida presente, su madre y su hermano. Allí se convertirá en buscador de tesoros mágicos que luego venderá al mejor postor.
Un día su hermano le sigue y sufre un accidente, corriendo el riesgo de convertirse en un ser horrible (o no tanto), alguien que olvidará su pasado. Jacob no puede permitirlo, pues perderá el único vínculo que lo ata al mundo "real". Para conseguir salvarlo contará con la ayuda de Clara, la novia de Will y con Zorro, una chica que se convierte en zorro.

Acción a raudales, una ambientación espectacular, guiños a los cuentos clásicos (empezando por los nombres de los protagonistas, Jacob y Will, como los hermanos Grimm), dos razas envueltas en una guerra de exterminio, una chica que se convierte en zorro, cazadores de tesoros, un pelo de Rapunzel, la casita de la bruja, amores prohibidos...

Si Cornelia Funke ya me sorprendió gratamente con la trilogía Mundo de Tinta, ahora no me ha decepcionado con este nuevo mundo, aunque no entiendo que se la siga considerando una autora infantil. Yo recomiendo a los adultos que le déis una oportunidad. No os arrepentiréis.