domingo, 3 de abril de 2011

"El buen ladrón" de Hannah Tinti, una novela Dickensiana

Decíamos ayer...
Imagináos un orfanato católico en la protestante Nueva Inglaterra del siglo XIX.
Imagináos a un niño manco que ni siquiera sabe su nombre. Lo llaman Ren, las letras que llevaba bordadas en la camisa que llevaba cuando lo abandonaron allí.
Imagináos a un hombre joven con labia que viene a recogerlo diciendo que es su hermano.
Las aventuras de Ren no han hecho más que empezar, porque Benjamin Nab, su supuesto hermano no es lo que parece, como sabrá muy pronto.
Charlatán de feria, ladrón de cadáveres, estafador, estás serán las nuevas tareas a aprender, algo que choca con su educación católica.

Gigantes asesinos, ladrones que ahogan su conciencia en alcohol, gemelos que traen mala suerte, piedras que atraen la buena, un tío cruel, un enano que vive en el tejado... en una novela puramente Dickensiana llena de acontecimientos terribles y buenos sentimientos.

Bien escrita y lo suficientemente breve como para no resultar pesada y repetitiva, "El buen ladrón" es una novela que se lee con facilidad, con la sensación de que todo eso ya lo hemos leído antes, e incluso visto en alguna de esas maravillosas series de la BBC que solían ponernos antes en la tele, donde los huérfanos siempre tienen una vida azarosa y un final portentoso.
Aquí el final portentoso se queda en un final algo desvaído, ya que nos gustaría saber más sobre la historia de los padres del protagonista. Sin embargo, se adivina un final más felíz, ya que es más realista y más original.


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