Tras un par de novelas un tanto flojuchas aunque entretenidas, como siempre, vuelve el Pendergast que todos los fans adoramos.
¿Que quién es Pendergast?
Aloysius X. Pendergast, un agente especial de FBI paliducho, siempre impecable, con un sentido del humor muy particular, por no decir inexistente, con una familia con unos antecedentes para olvidar es el protagonista de una serie de novelas llenas de fantasía y acción con fans que se cuentan por legiones. Sureño, finolis y con un unos métodos de investigar muy poco ortodoxos hacen que no sea demasiado fácil trabajar con él, pero hacen que los fans lo adoremos, y eso que es despiadado, antipático, desagradable... aunque, eso sí, con unos modales impecables, un Rolls (no, dos), una plantación en Nueva Orleans, un apartamento en el edificio Dakota en Nueva York...
Sus colaboradores, que juntos o por separado salen en casi todas sus novelas son policías, arqueólogos o periodistas... pero atención, los autores no tienen piedad, si empezáis a leer esta serie de novelas, no le cojáis demasiado cariño a nadie. Cualquiera puede ser un traidor o morir de una manera horrible.
En esta entrega en particular, que nos venden como la única en la que Pendergast se toma el asunto como algo personal, y algo de eso hay, el agente especial descubre que su amada esposa, muerta hace años en un accidente de caza en África, fue asesinada.
Escenarios como África, Nueva Orleans, Maine... leones asesinos, loros, locos, farmacéuticos, cuadros desaparecidos, venganza... traición...
Como siempre la ambientación en fantástica, y ver perder los papeles a Aloysius (los nombres en esta familia son maravillosos) merece la pena, pero para variar hay un pero... uno chiquitito... y es que la historia no termina, hay un continuará.