miércoles, 15 de septiembre de 2010

"La vida secreta de las abejas" de Sue Monk Kidd, ausencias, miel y vírgenes negras

Decíamos ayer...

En esta novela ambientada en el sur de los Estados Unidos, durante los años 60, años duros en los que los negros luchaban por la igualdad en un ambiente ciertamente enrarecido, una jovencita de 14 años, Lily Owens, soñadora, mentirosilla y con una imaginación desbordante (quiere ser escritora, para variar, algo que empieza ya a ser un tópico en este tipo de libros), huye de su casa con su niñera siguiendo las únicas pistas que dejó su madre muerta.
Ese camino la lleva hasta Tiburón y hasta una casa rosa habitada por tres pintorescas hermanas negras que la acogeran con los brazos abiertos y le darán todo el amor que jamás recibió de una madre muerta que la abandonó de niña, y de un padre destrozado por la culpa y que paga con su hija su propio dolor.
Allí recibirá numerosas lecciones sobre la vida, descubrirá cosas que nunca (o quizá siempre) quiso saber sobre su madre y su propio pasado, aprenderá un oficio, el de apicultora, que templará su corazón salvaje, e incluso descubrirá una nueva religión, encarnada en la imagen de una virgen-mascarón de proa tan negro como las dueñas de la casa rosa... hasta un amor imposible.

Con las dosis justas de drama y comedia, esta novela  es comparada con "Tomates verdes fritos" (a mi parecer no se le parece ni en tono ni en calidad), a pesar de que no puede evitar el tonillo de moralina (quizás, al no ser religiosa, no he captado el espíritu de la novela, no lo sé), al menos no edulcora un final que podría haber fastidiado el conjunto. Es decir, termina bien, pero no todo es de color de rosa (como la casa), afortunadamente.
La ambientación está muy lograda y hay personajes notables, como August y los secundarios, como las Hijas de María, pero no puedo evitar sentir cierta antipatía por Lily, la protagonista.
Es una de esas cosas inexplicables.


2 comentarios:

  1. Pues a mí me gustó, lo leí hace poquito.
    August es un personaje notable, sí, y la hermana "especial" tiene su aquel.
    Lilly no me resultó antipática, pero a veces Rosaleen sí (¿qué hace una mujer hecha y derecha siguiendo a una niña de 14 años?).

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que yo a Rosaleen simplemente no la comprendí. Y Lily me pareció demasiado madura para sus 14 años en algunos aspectos, como la segregación racial, y demasiado infantil en otros, como inventarse esas historias sobre su vida...
    En general no está mal, la verdad, pero prefiero "Matar a un ruiseñor", de lejos.
    Un saludo. Nos leemos.

    ResponderEliminar